*** El Trabajo Soñado ***
- cavernico9
- 2 may 2022
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 22 jun 2022
Introducción:
Habiendo superado expectativas en pruebas vocacionales, perfilamiento psicológico a través de dibujos, entrevistas personales para obtener anhelada vacante que termina siendo decepción absoluta.
¿A quién no le ocurrió?
Este relato nace de la incongruencia existente entre la aspiración intrínseca y la oferta disponible en el mercado laboral,
Un relato en primera persona de quien optó por retirarse del tablero de mediocridad para emprender una reubicación migratoria dejándose llevar por el ímpetu de la briosa juventud.
Se trata de un texto inspirado por las vicisitudes de La Vida, ofrendado a todo ser humano poseedor del inmisericorde dolo del desarraigo.
A quienes cayeron en la trampa del bienestar y pagaron con inextornables años de vida el caro precio del desengaño,
Para ellos, y también para los curiosos leyentes que (aún) no vivenciaron en primera persona la experiencia de labrarse un futuro alejado del terruño natal.
A los que vendieron barato la dignidad, el sombrero y capa …
A los que perdieron la dentadura y hasta olvidaron su propio nombre …
A los que continúan bregando para zurcir el tejido desgarrado …
Sobre todo, para aquellos que hallaron por ocasión la genuina vocación oculta en el infortunio de un viaje* verdadero.
Sean todos Ustedes;
Bienvenidos a la lectura.
NOTA1: Lo que Usted acaba de recibir, amable y querido lector, es la dedicatoria de la novela en la que trabajo con recelo.
Nota2.- “Un Viaje es (…) Cruzar totalmente un Océano para internarse en una civilización ajena con lengua y costumbres diferentes.
Precisa definición según navegante ruso Anatoliy KULIK. PosData. El Comercio. 18FEB´15.
Por ende, las breves visitas de paseo/Turismo no conformarán jamás un Viaje.
Reza un viejo y conocido adagio:
“Ladremos” – dijo el perro.
“Muerto el perro… se acaba a rabia.”
A buen entendedor …
¡Guau!
Cuento Primero.
Desenlace Anunciado:
El relato inicia en un acogedor apartamento de una de las tantas torres del Santo Borja con vista a la Javier Prado Avenue.
Había concurrido allí para participar de un ágape familiar que marcaría un antes y después de un romance ligado al éxito del fracaso.
Días antes, la ventana emergente del mensajero virtual me notificó la invitación que así recuerdo:
“Querido primo Cavernicola,
deseo invitarte a compartir con nosotros la dicha que me embarga…
Finalmente, he obtenido lo que merezco…
La próxima semana celebraremos mi despedida en casa…
¡No faltes!”
Dejándome llevar por la curiosidad sembrada por la ambigua invitación y la fresca culpa de no haber asistido a su matrimonio ni haberle extendido soporte emocional durante el proceso de divorcio un semestre más tarde, se me ocurrió tipear la inocente pregunta: ¿Estás seguro que otra vez…?
A lo que respondió aclarando con vergonzoso disimulo:
“Me gané la lotería del trabajo soñado.”
Pues bien, nos movilizamos hacia allá y nos confundimos entre la gente de bien: Cándidos rostros que siempre lucen bien para demostrar lo bien que se siente laborar para proveerse el bienestar material con la mirada bien firme en las bienaventuranzas porvenir.
El mayordomo se acercó ofreciendo un azafate repleto de copitas servidas con líquido espirituoso del color de la ambrosía. Era momento del brindis.
Frente a todos los asistentes, la feliz pareja que ha de ser despedida con mucho afecto y pródigas bendiciones en su aventura hacia Terra Australis = Oceanía ósea Australia.
El radiante agasajado había accedido a una plaza vacante para hacer uso de todo el ingenio adquirido durante años de formación universitaria desentrañando el ADN de las rocas ejecutándolo con probidad en la honrosa misión de exploración subterránea en pos de nuevos prospectos de yacimientos mineros.
La ventajosa oportunidad laboral cubría, por supuesto, todos los gastos de trámites documentarios para la emigración suya y de la afortunada consorte, transporte, estancia, servicios, movilidad además de un paquete de estímulo para la inserción cultural.
Parecía que esta vez, el personaje no exageraba respecto al premio mayor.
La responsabilidad de ofrendar palabras de encomio recayó en su padre, un tipo curtido por los años de bonanza del sector minero extractor-exportador, un buen tipo, orgulloso de su primogénito fiel replicante de sus pasos.
Alzó su copa y dejó fluir una verborrea incoherente que me provocó vergüenza ajena, pero éste, parecía abstraído del desconcierto general e inmune al efecto soporífero de su improvisado discurso, afortunadamente me encontraba frente a las grandes ventanas, me dediqué a contabilizar los vehículos que transitaban por la avenida a esa hora, hasta que en algún momento, un sediento asistente se pronunció para recordar que la única razón de un brindis era beber invocando la buena Salud! ¡Al Fin! ¡Glup! Y bebimos ignorando YO que sería ese mismo lugar donde meses después asistiría a otro ágape de bienvenida a favor de otro vástago pródigo. Como se reseña a continuación:
--- Breve intervalo descriptivo ---
La reunión ocurre en casa de familia, una cena ofrendada en celebración del esperado retorno a Tierra firme de un tripulante de cabina. La anfitriona a quien debo absoluto y perpetuo respeto, por haberle enseñado a mi madre como cambiarme los pañales, sujeta mi mano para conducirme a un apartado rincón de la sala y dice: “Así como él, quiero que seas. Hazlo por mí.” Perplejo por encomiable encargo me acerco al grupo decidiendo suprimir temporalmente una lección capital que mi Gran Maestro me obsequió a temprana edad: “Jamás te compares con otro varón.” y presto atención al agasajado: Alto, corpulento, bien peinado y de rasurado perfecto, luce bastante atractivo, su colosal EGO desborda el ambiente, sus historias, su carisma, su risa, todo en su conjunto convence y encanta. El hombre es el Alma de la fiesta. Por un momento presto oído a sus fabulosas aventuras y me encandilo: éste hombre ha navegado por los siete mares y ha pisado cada continente. ¡Ha visto y gozado todo lo imaginable! Las figuras del Capitán Nemo, Simbad y Popeye, Gilgamesh, Marco Polo y Magallanes ahora parecen deslucidas, si bien ostentan un lugar en la historia y el imaginario colectivo, él los aventaja en un detalle que no es poca cosa: Ninguno de los anteriores tuvo jamás igual número seguidores en sus tribus/redes sociales. Entonces aconteció lo que a menudo ocurre cuando la Madre Naturaleza distribuye sabiamente los talentos: Aparece en escena un aguafiestas, aquel que puede adivinar a la distancia de que pata cojea la mesa. Y pregunta: ¿Qué provecho hace, todo lo visto y vivido, si UNO continúa comportándose como si nunca hubiese ido más allá del espejo? Reciba Ud. amable lector licencia para hacer suya esta exhortación y aplicarla en justa medida, (se corrige con vergüenza, la humillación es exceso), si encontrase en su camino a una versión similar de O´Papudo / Fanfarrón. No obstante, el ejercicio se completa interpelando a su propia versión.
--- FIN de Intervalo ----
Entonces, la afortunada pareja partió hacia el éxito.
Dos años transcurrieron en un parpadeo, una vez cumplido el encargo, decidieron clausurar el éxodo con una rutilante visita al SurEste Asiático.
En una playa paradisiaca de Thai-Landia inmortalizaron su felicidad.
Con el corazón henchido y los bolsillos cargados de prosperidad embarcaron de regreso al Perú sin imaginar que ocurrirían dos episodios consecutivos que despertarían ambas Consciencias con intensidad telúrica:
Periodo 17-18-19: Vastos incendios forestales incontrolables colocarían a la Isla Continental como ejemplo irrefutable de las irreversibles consecuencias a los ecosistemas acaecidas por arrancarle a La Tierra de sus entrañas la riqueza mineral.
Periodo 20-21-22: Letal pandemia maquinada por unos pocos en perjuicio de La Humanidad completa.
Cuando repasaba las valiosas lecciones de vida aquilatadas por esta novel pareja me hube preguntado:
¿Por qué fracasan pronto los matrimonios jóvenes?
Se me ocurrieron dos respuestas.
A) La primera es musical por un tal Andrés.
B) Una anécdota extraída del diario del líder de la expedición original al Gran Pajatén.
Cuenta como El Espíritu-Madre de una Lupuna se manifestó sobre el hombre que había tumbado el inmenso árbol para transformarlo en leña para fogata, aplicándole un constrictor nudo sobre la garganta llevándolo al borde de la asfixia durante el sueño.
Moraleja:
El karma es infinito.
Los antiguos griegos llamaban Metempsicosis a la Reencarnación del Oriente.
Nadie, absolutamente nadie, se escapa de este Universo sin pagar su deuda.
Deslinde: Si Usted es un escéptico del Día del Juicio y cita el infame caso de Idi Amin Dada como ejemplo de impunidad; le hago saber que Boko Haram, secta nigeriana extremista del Islam perpetra mutilación vaginal a las niñas que secuestran.
Reflexión:
Testimonio reservado a quienes hayan conseguido proseguir con la lectura luego de visceral ejemplo de crimen y castigo del siglo XXI.
Llegué a la treintena sin rumbo de carrera, sin empleo fijo, sin ahorros, sin ánimo de lucro, sin seguidores, amigos ni familiares dispuestos a secundarme.
Ha llegado el momento de observar en retrospectiva:
Dediqué la veintena toda a explorar lugares remotos e inhóspitos.
Anduve por desiertos, valles, montañas, cumbres nevadas y llano amazónico, alentado por la inextinguible llama de la búsqueda interior.
Acumulo tantas cicatrices como anécdotas para reseñar las fotos de la galería.
Ofrendo gratitud a La Vida por cada lección recibida tras cada aventura.
Reunidas las piezas, pude apreciar la figura completa:
No hacía falta emprender lejanas búsquedas para descubrir La Verdad.
Dios Padre Creador se esconde del buscador ocultándose frente a sus narices.
Jehová Allah es un niño travieso que observa dentro de su creación aguardando impacientemente ser hallado.
Es EL inventor de La Naturaleza incluida La Humanidad.
Nuestra precaria inteligencia, no obstante abalorio tecnológico, es incapaz de crear algo. Ni una sola uña ni siquiera una hebra de cabello.
Apenas replicamos lo existente;
donde los ingenieros vierten su sapiencia profanan degenerando lo que una vez fue prístino, fecundo y pródigo.
Desde la extracción de Recursos Naturales hacia el desarrollo de la Inteligencia Artificial que ha tendido sedoso antifaz de conversión autómata que impide apreciar el entorno reemplazándolo con una conveniente simulación artificial.
Si esta experiencia que llamamos Vida, es de por sí una ilusión, domeñar la voluntad y el estímulo sensorial a merced de entretenimiento a través de una pantalla, resulta ironica analogía de aquel juicioso individuo que presume de su estado de alerta, tan despierto como el jubiloso personaje que cumple el sueño de hacerse del premio estando inmerso en el sueño mayor.
A M E N
Nota4.- Mención necesaria al episodio “Todo lo hiciste al revés, Walden.”
Two & a half men, corrosivo contenido a través del canal de cable WB.
Cantar Segundo.
La Profecía se hace realidad.
Ocurrió el último Jueves, día de Júpiter, Regente de la Sabiduría.
Me encontraba a la mitad de la novena vuelta de entrenamiento alrededor del parque del vecindario cuando fui abordado por un muchacho que ofrecía a la venta chocotejas caseras.
Lo ignoré resoplando enfado por su impertinencia.
Al finalizar el kilometraje, volvió a acercarse estando yo de espaldas
El primer impulso que sentí fue el siempre fácil corrector bravucón:
“¡¿Cómo te atreves a interrumpirme, c@r*j0”?!
Empero reemplacé a tiempo balbuceando palabras ahogadas:
“No consumo azúcar, hermano.”
Minutos después, reapareció mientras me encontraba elongando de espaldas a la pared.
Cerré los ojos para nublar una mirada fueguina.
Ante la negativa definitiva, prosiguió su camino dejando una estela pesimista tras de sí:
“No he vendido nada.”
Ayer, mientras contemplaba el final de la tarde en el balcón de los lamentos, he recordado el fortuito evento y percibido la relevancia del encuentro NO casual.
Acaso, porfiando una venta fracasada,
Ofreciendo algo (Consciencia Cósmica, Espiritual y Ecológica) que no interesa por demás,
¿No estoy haciendo lo mismo que ese muchacho?
Tendiendo un prolífico testimonio de desventuras puesto al alcance de quien no quiere leer, oír, entender y menos amargarse la existencia distrayéndose de cosas tan apetitosas que abundan en la web …
Entonces, como bendición divina, recordé esa magnífica historia que me fue ofrecida mientras andaba por las candentes arenas de Santarém, el caribe brasileño.
Una maravillosa historia que no estuve preparado para aquilatar en justa medida.
Ha vuelto a mí, al mediodía de la edad, para conducirme con conmovedora inspiración a dictaminar que finalmente he logrado el match perfecto entre mi vocación y la ocasión.
He hallado el trabajo soñado.
La historia reza así:
“Se Vende agua de Río”.
Aquel día, el sermón del Maestro se redujo a una sola y enigmática sentencia.
Se limitó a sonreír con ironía y a decir:
"Todo lo que yo hago aquí es estar sentado en la orilla y vender agua del río".
Y concluyó su sermón.

El aguador había instalado su puesto a la orilla del río y acudían miles de personas a comprarle agua. Todo el éxito de su negocio dependían de que aquellas personas no vieran el río.
Cuando, al fin, lo vieron, él cerró el negocio.
El predicador tuvo un enorme éxito. Venían a él por millares a adquirir sabiduría. Cuando obtuvieron la sabiduría, dejaron de acudir a sus sermones. Y el predicador no podía ocultar su satisfacción, pues había logrado su propósito, que no era sino el de retirarse lo antes posible, porque en el fondo sabía que él tan sólo ofrecía a la gente lo que ésta ya poseía, con tal de que fuera capaz de abrir los ojos y mirar.
"Si yo no me voy", dijo Jesús a sus discípulos, "no vendrá a vosotros el Espíritu Santo".
Si hubieras dejado tan resueltamente de vender agua, la gente habría tenido más posibilidades de ver el río.
Bendito seas, hoy, mañana y siempre, Antonio de Mello, por enseñarme a oír el canto de los pájaros y las oraciones de las ranas.



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